lunes, 14 de junio de 2010

En el pueblo de mi abuelo


Así era el pueblo de mi abuelo, ahora el mío, toda la gente se conoce y cuando alguien muere, las mujeres toman la cocina de la familia doliente y se avocan a cocinar para los asistente del velorio; el café no falta toda la noche. La compañía a toda la familia se hace perenne, y es consuelo en estos momentos difíciles, amanecen ahí. Y cuando hay que llevarlo al cementerio, los hombres no dejan que lo suban a esas carrosas fúnebres ( falta de respeto y amor, sienten ellos). Los hombres de este pueblo creen que lo menos que pueden hacer es ponerlo en sus hombros (todo un honor dicta la tradición) y llevarlo a su última morada. Así muestran su respeto, su cariño y estima.
El cementerio es de todos aún, lo donó la Cooperativa y lo administra la Asociación del pueblo, que de vez en cuando hace rifas y actividades para darle mantenimiento.
La tumba: Los mismos hombres la fabrican con sus manos y los materiales que los dolientes proveen.
En la capital los entierros son diferentes!!!

9 comentarios:

  1. Hola Eles
    Mientras repasaba tus letras pude recordar los muchos momentos que acompañé a algún familiar, amigo o conocido con el mismo ritual que describes...en los pueblos es así, aquí y más allá de las fronteras peruanas, la cultura y las tradiciones sobreviven a pesar de la modernidad y la globalización...
    Gracias por compartir

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  2. Muy cierto esa clase de intimidad se da solo en los pueblitos donde todos se conocen y son como una gran familia, en cambio en la gran ciudad todos somos extraños...mi abuelita crecio y vivio toda su vida en un pueblito, pero ahora esta con nosotros en la ciudad y en su rostro veo como extraña su pueblo, hoy le quedan los recuerdos y los comparte todo el tiempo con nosotros, no habla de otra cosa mas que de su vida alla...deber ser algo bello vivir en un ambiente de solidaridad y familiaridad. Espero que mis futuros hijos crezcan en un ambiente igual.
    Gracias por compartir tus recuerdos.
    Saludos

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  3. Gracias. Y muchas gracias por pasar y dejar un poco de vida por este lugar

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  4. Hola, hace tiempo que no te visitaba,lo que no sabía es que fueses de tan lejos.
    Bonitos tus sentimientos,tu unión a la familia, a la tierra a tus antepasados.
    Eres una buena persona y eso vale mucho.
    Besos de Mel.

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  5. Cuál es la magia que guardan los pueblos que logran proteger sus tradiciones ante el paso del tiempo?

    Interesante entrada amigo, por aquí te devuelvo tu visita a mi blog!

    Un abrazo en el silencio!

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  6. Que Maravilloso es como actuan los pueblos como el tuyo, ojala todos los lugares del mundo tubieran esa mentalidad,que tuvieran esas ganas de ayudar al projimo i todo eso :) Bueno me encanto leer tu blog asi que te sigo :) y gracias por la huellita que dejaste en mi blog :) cdt :)

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  7. Que hermosa fotografía, en donde queda plasmada la esencia inigualable de ser tico, caminos dolientes que rezuman en abrazos solidarios, eso es algo que ojalá no perdamos...Recordé los funerales en donde pasé mi niñez Puerto Limón, eran espléndidos. Un abrazo.

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  8. Gracias. Me gustó eso de "caminos Dolientes que rezuman en abrazos solidarios.
    saludos

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  9. Hola Zoe, pues me alegra que haya tanta solidaridad en el pueblo de tu abuelo, y ahora tú pueblo.
    Por aquí ya no se llevan a hombros. ES un coche quien transporta a la persona muerte dentro del ataúd. La gran mayoría de las personas no los tienen en sus casas, si no, en el tanatorio. Un lugar “apropiado” para velar al los muertos. Normalmente suele ser un lugar frio. Bonito, con aseos y sillones cómodos, pero frio. Y las mujeres no se meten en la cocina para preparar café para todas las personas que acompañan a los familiares durante el tiempo que permanecen hasta que entierran al muerto/a. Si se tiene hambre o sed, esta la cafetería por unas monedas te ponen lo que solicites.
    Es más frío y todo es un negocio. La muerte también como no podía ser de otra manera en el país que vivo yo. Hasta morirse sale muy caro
    Es una doble desgracia morirse. Porque uno deja de disfrutar de la vida, y porque hay que desprenderse de bastante dinero para poder darle un entierro más o menos justo y digno.
    En tu pueblo las personas aun son humanas y solidarias.
    Saludos

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